El taxi y la intimidad

Los taxis empezaron a existir cuando empecé a trabajar, me han llevado a muchos lados, quizás cuando muera, Caronte venga en su taxi y me conduzca al limbo.

Mucha gente no platica con los taxistas pero hay criaturas interesantes. El taxi tiene la extraña propiedad de juntar a dos personas y llevarlas a contarse cosas muy triviales o muy tremendas, en mis travesías me han contado un chorro de historias, desde un viejito que hace el amor a una señora de las lomas mientras su marido está de viaje y ella le paga hasta el viaje en helicóptero, fantoches que dicen que se tiran a las supermujeres que se suben a su taxi, un muerto que es conducido hacia su velorio hacia veracruz, alguien que comparte mi gusto por algunos autores de libros y que al final me tira la onda,hasta santeros que adivinan el futuro.

Un día las iglesias evolucionarán y pondrán sus confesionarios en los taxis. Por hoy, me han llevado a casa y ha sido un pretexto para escribir en mi blog y agradecerles a mis lectores su paciencia.

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Mujeres 2 - Si de que los hay cobardes...

Durante el tiempo en que huir un rato de mi blog, escribí cuatro borradores pero ninguno me latió. Si a eso le suman horarios extraños y un poco de vida social (sí existe deveras) el resultado ha sido poca producción. Sin embargo siempre unos videos de Mauricio Garcés y Aretha Franklin le enriquecen a uno el alma, tanto que me animaron a hacer algún relato autobiográfico sobre lo que han representando algunas mujeres en mi vida.

Era quinto de primaria, una chavita güerita, Cecilia. Aunque no recuerdo en especial que me gustaba de ella, pues no logro recordar exactamente su rostro, solo puedo decir que me fascinaba. Sí, recuerdo que era aplicada y que después fue en la escolta. Iba en el quinto tres (yo iba en el uno), y tenía a su amiga, Susana. La maldita nunca se separaba de ella (años después me reconoció cuando iba en la superior, solo entonces la perdoné) y me parecía imposible poder hablarle.

Al principio tenía un odio irracional hacia Cecilia (como si hubiera odios racionales), no sabía por qué, quizás es que uno se piensa superpoderoso y no puede tolerar que alguien lo domine así nomás sin tener que hacer nada. Tanto me gustaba, que durante una clase le conté a mi amigo Alejandro - Alejandro era un chavito muy extrovertido aunque no muy aplicado en clase pero en cambio tenía a cada rato una novia, por supuesto, conocía a Cecilia- Me decía - pues háblale- pero yo no hacía caso, era demasiado tímido.

Tan solidario el muchacho que un día, junto con Sergio y su novia Irene, acordaron llevarnos a rastras hasta mitad del patio, para que yo le dijera si quería ser mi novia, recuerdo a Cecilia toda paniqueada diciendo que no y yo zafándome y corriendo a toda velocidad en dirección opuesta.

Durante años no le pude decir a una chica la misma frase.

Ya de 11 años, en la secundaria, Ivonne (mi maestra de matemáticas le decía -con una voz retemamila -No te llamas Ivonne - te llamas Juana). Ivonne también era güerilla, aunque ojiverde (ya no soy excluyente de las no güeritas pero el histórico no miente). Recuerdo como con mi cuate Víctor y yo nos poníamos atrás de ella en las bolitas de gente y le tocábamos el trasero. Cuando ella volteaba toda encabronada, los dos nos hacíamos como que la virgen nos hablaba.

En esos tiempos, me sentaba junto a la ventana, exactamente a su izquierda. En ocasiones, con mi mano extendida le tocaba el hombro y lo iba deslizando hasta la cintura, solo recuerdo que se me quedaba mirando. Un día durante el recreo me quedé solo con ella en el salón, no se si le explicaba algo (ya saben soy nerd), y me miró de un modo extraño y me pidió la acompañara durante el recreo, a lo que accedí.

Cuando ibamos cerca de una jardinera del patio, ví a mis compañeritos jugando tochito, cuando me vieron con Ivonne, sentí la necesidad imperiosa de acercarme a ellos y decir - ¿Me invitan a jugar?.

Por hoy basta de historias cobardes, tal vez en otra ocasión (espero que entre copa y copa) cuente otras historias, por mientras los dejo con un video del Mauricio Garcés, chequen "la tecnic"

http://www.youtube.com/watch?v=35Qg3PhAu4s

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Me late que va a perder la selección...

Hace poco encontré, en un libro, una definición de intuición que me gustó. El autor la define así: "saber sin saber porque se sabe" (¡ah verdad!). Curiosamente el libro es sobre especulación financiera, pero como diría mi mamá, pues más a mi favor.

En el libro que comento, el autor explica que al paso del tiempo los hechos que uno percibe van formando islas de información que se van guardando en la mente, eventualmente esos datos se conectan, y aunque aparentemente no hay una relación explícita, en cierto nivel sabemos que si están conectados.

Y así cuando uno contempla una escena de la vida cotidiana, un sueño, una tirada del tarot, puede intentar encontrar en ella, huellas de esta intuición. Y no solo como una fumada, sino como algo significativo. Pero para encontrar el sentido, requerimos no ponemos convencionales, ya que solo percibiríamos las relaciones más evidentes ( y quien sabe si verdaderas) pero no las más sutiles. Para romper la convención, la locura es una buena amiga y la locura, como en los sueños, tiene un hilo conductor y creador. Interpretar el momento es un acto meramente creativo, sino pregúntenle a un fotógrafo.

También es importante no perder la visión global de las cosas, una visión global nos permitirá tomar una decisión mucho más acorde a la situación. El impedimento para percibir el bosque es que solo queremos ver lo que nos interesa, lo que creemos importante. De ahí que una buena estrategia es estar calmados y no preocupados al contemplar. Como cuando leemos una frase en un libro, la frase solo se puede entender si la leemos completa y no nos comemos palabras.

Porque como dicen, no se trata de leer el futuro, se trata de interpretar el presente lo mejor posible. Parece increible que para entender el presente tenemos que prepararnos mucho, y más que para aprender algo, para borrar los supuestos que tenemos y las expectativas.

Soy de la idea de que la intuición es algo real, no sé si explicable del todo, es algo más ligado, no a entender, sino a sentir, más dentro del terreno de la emoción. Mucha gente tiende a despreciar la intuición, pero inclusive si nos ponemos científicos, el método de Galileo, la incluye en su primer pasos: la observación. Porque no es una observación cualquiera, es una forma de captar los patrones del mundo en una forma no racional. Por eso el método dice: comprueba. Pero yo también digo (cuando no me pongo muy analítico), para que perder el tiempo probando, mejor confía, es la vida, no hacernos una teoría.

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Reencuentros

Desde hace algunos años, tengo la extraña cualidad de encontrarme a la gente en la calle, viejos conocidos, amigos, un poco de todo. Un día me llegué a encontrar a siete conocidos en distintos momentos mientras paseaba. En otra ocasión, a un amigo en la mañana y en la tarde de nuevo, pero en distintos lados de la ciudad. Teniendo la ciudad de México veintitantos millones de habitantes, la cosa es del chamuco mismo. .

Pero en este último mes, los reencuentros han sido de tiempos más lejanos, viejos amigos, antiguos compañeros de trabajo, antiguos compañeros de clase, exprofesores. Como si de pronto abriera el baúl de viejas pláticas con amigos, preguntas sobre cosas que ya no existen, intereses que uno tenía y ya no tiene, y , por supuesto, cosas que no han cambiado.

Y como uno siempre quiere cuadrar el círculo, pienso si significa algo, porque además se agrega la circunstancia de que a la Gabita (ver hermanitas sustitutas) también le ha sucedido.

Mi teoría es que como en un cuento de Borges, todo es un preámbulo para que el David de hace 15 años se encuentre con el David Actual dentro de un vagón del metro.

- Oye, yo tuve un morral como el tuyo cuando iba al escuela - anota el mayor- Ah, orale...- dice en voz baja el menor.

- ¿Vas al escuela?- pregunta el mayor. -Sí -dice el menor- ¿Por aquí cerca?- levanta las cejas el mayor. - Por el metro popotla - responde el menor- ¿Ahí por la Bátiz? -dice el mayor levantando las cejas.

-Exacto. ¿La conoces? - dice sorprendido el menor -conocí a unos chavos de ahí - asiente el mayor- dicen que es buena ¿no? . -Pues sí, eso dicen - responde el menor. - ¿Y ya vas a terminar? - pregunta el mayor -En unos meses -sonríe el menor- .¿Y qué piensas estudiar? - juntando ligeramente las cejas el mayor -Matemáticas - contesta rápidamente el menor - Orale, que padre - afirma el mayor.

-Pues bueno mister, ya me bajo aquí en Hidalgo- dice el menor. - Suerte -dice el mayor- igual- alcanza a responder el menor, mientras suena el timbre de las puertas...

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Huérfano de hermana o Mujeres 1

Yo nunca tuve problemas cuando en la primaria me decían "Pásame a tu hermana", muchas personas se solían sentir ofendidas por esta frase... ventajas de no tener hermanas.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas. A mi mamá la pobreteaban porque decían que que pena que no tenía hijas, que seguramente no la cuidarían, ni le ayudarían. Curiosamente, muchas de las personas que le comentaban eso, eran otras mujeres, que aunque creo que pueden tener algo de razón, no es condicionante su sexo para que sean más o menos humanas.

Uno se acostumbra a la relación entre puros hermanos, y la violencia que suele haber entre varones, no obstante no significa que no pueda ser agradable. Este hecho es interesante porque cuando uno establece relaciones con esos extraños seres llamados mujeres, pues lo refleja.

Claro, al paso del tiempo uno va aprendiendo cosas, y es buena práctica, buscar hermanas sustitutas. Uno de los problemas principales radica en que uno solo tiene un modelo de mujer y piensa que una gran parte de las mujeres se comporta de ese modo. Me pregunto si el complejo de Edipo será más fuerte en este caso, o si el índice de asesinos cereales tendrá una correlación con el número de hermanos varones.

O peor aún, hace algún tiempo leí un libro de un cuate llamado Matt Ridley, que trata sobre el genoma humano. En una parte del libro menciona que en una familia, por cada hermano varón que nace aumenta al doble la probabilidad de que sea gay. Se imaginan soy el menor de cuatro y sin hermanas, y si toman en cuenta que no me he casado...malditos no se rían.

Por lo pronto no me queda más que decir, que me hubiera gustado tener una hermana, a pesar de que es muy probable hubiera sido una inadaptada.

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Año nuevo

El 2007 empezó de un modo peculiar, casi al final de las doce campanadas, se vió a Saddam Hussein colgar de un palito. En la noche una amiga me decía que en el año nuevo tomó su carro y condujo durante dos días hasta una playa para ver a las tortugas desovar. Otra amiga canceló su boda. La muerte de mi abuela. Extrañas maneras de terminar el año.

Y mientras tanto yo comiendo rico bacalao, viendo a los Simpsons en el DVD pensando que en el 2006, las cosas han ido demasiado rápido, no mal, pero demasiado rápido. Como en los programas de televisión de fin de año quise hacer un resumen, pero me fue difícil. Paradójicamente, mis biógrafos dirán que estuve de huevón este año.

Sin embargo, no todo estuvo perdido, en abril de este año abrí (abril-abrí) este blog, un ejercicio exhibicionista sin duda. A pesar de todo, mis únicos 5 lectores me han seguido visitando, lo cual aunque no habla muy bien de ellos, se les agradece.

Gracias y aunque tarde, feliz año.

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