jueves, marzo 22, 2007

Me late que va a perder la selección...

Hace poco encontré, en un libro, una definición de intuición que me gustó. El autor la define así: "saber sin saber porque se sabe" (¡ah verdad!). Curiosamente el libro es sobre especulación financiera, pero como diría mi mamá, pues más a mi favor.

En el libro que comento, el autor explica que al paso del tiempo los hechos que uno percibe van formando islas de información que se van guardando en la mente, eventualmente esos datos se conectan, y aunque aparentemente no hay una relación explícita, en cierto nivel sabemos que si están conectados.

Y así cuando uno contempla una escena de la vida cotidiana, un sueño, una tirada del tarot, puede intentar encontrar en ella, huellas de esta intuición. Y no solo como una fumada, sino como algo significativo. Pero para encontrar el sentido, requerimos no ponemos convencionales, ya que solo percibiríamos las relaciones más evidentes ( y quien sabe si verdaderas) pero no las más sutiles. Para romper la convención, la locura es una buena amiga y la locura, como en los sueños, tiene un hilo conductor y creador. Interpretar el momento es un acto meramente creativo, sino pregúntenle a un fotógrafo.

También es importante no perder la visión global de las cosas, una visión global nos permitirá tomar una decisión mucho más acorde a la situación. El impedimento para percibir el bosque es que solo queremos ver lo que nos interesa, lo que creemos importante. De ahí que una buena estrategia es estar calmados y no preocupados al contemplar. Como cuando leemos una frase en un libro, la frase solo se puede entender si la leemos completa y no nos comemos palabras.

Porque como dicen, no se trata de leer el futuro, se trata de interpretar el presente lo mejor posible. Parece increible que para entender el presente tenemos que prepararnos mucho, y más que para aprender algo, para borrar los supuestos que tenemos y las expectativas.

Soy de la idea de que la intuición es algo real, no sé si explicable del todo, es algo más ligado, no a entender, sino a sentir, más dentro del terreno de la emoción. Mucha gente tiende a despreciar la intuición, pero inclusive si nos ponemos científicos, el método de Galileo, la incluye en su primer pasos: la observación. Porque no es una observación cualquiera, es una forma de captar los patrones del mundo en una forma no racional. Por eso el método dice: comprueba. Pero yo también digo (cuando no me pongo muy analítico), para que perder el tiempo probando, mejor confía, es la vida, no hacernos una teoría.

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