viernes, abril 28, 2006

Dibujo, Baile y Foto

¿Han intentado hacer algo exactamente opuesto a ustedes? Como nerd institucional que soy y que no quiere degradar al gremio, siempre me han gustado, que las mates, que la programación, cosas como muy del hemisferio izquierdo. Pero se han preguntado ¿qué pasa cuando uno se asoma al otro lado (afortunadamente no he llegado a los 41, así que estoy tranquilo), no tan lógico, algo loco, un poco como ligado a los sueños.

Recuerdo tres periodos de mi vida donde lo he vivido, el primero, cuando me dió por aprender a dibujar, fui a Gandhi y me compré un libro de una mujer llamada Betty Edwards, quien sostiene que la principal dificultad para poder dibujar no es que nos sea dado, sino mas bien que dibujamos los símbolos que hemos aprendido, dicho de otro modo, intentamos dibujar con nuestro hemisferio izquierdo y no lo que realmente vemos. Eso es lo que explica porque nos quedan los dibujos todos chuecos.

La tesis de esa mujer es por medio de varios ejercicios inducir en el aprendiz el estado mental de estar en el lado derecho (vease el lado oscuro de la fuerza). La verdad es que si uno lo intenta, es muy disfrutable estar en ese estado y uno puede pasar horas dibujando viendo los contornos y las formas.

La segunda ocasión sucedió con mi interés por las imágenes. De pequeñito me metía al sanborns cuando aún no eran terrenos de Sr. Delgado, a ver los libros de fotos en los aparadores, hasta que me decían "niño, no puedes tomar esos libros". Fue entonces cuando juré "Algún día me inscribiré en un taller de foto blanco y negro y vengaré esta afrenta".

Años después puede meterme a un curso de foto analógica en blanco y negro, y aprovechando el sentido práctico que me caracteriza, lo hice en plena revolución digital. No me quejo, aprendí algo de foto (bueno eso creo) pero lo curioso es que las mejores fotos son cuando uno se deja llevar por lo que le parece padre y como en el caso del dibujo tiene que ver con bloquear el hemisferio izquierdo.

La tercera vez ha tenido que ver con el hecho de intentar bailar salsas, cumbias, rock and roll y esas cosas, uno intenta e intenta y dice, esto no es para mí. Con todo, no sé si sea el hemisferio derecho o que el cuerpo recuerda, pero poco a poco, le van saliendo algunos pasitos; es curioso, como que uno no debe pensar, a lo mejor esto es muy evidente para ustedes, pero yo de plano, no lo había descubierto.

Se imaginan que pasaría si de repente todos diéramos rienda suelta a esta sensación. Seguro que este mundo sería más loco pero más bonito ¿no creen?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Seguramente el baile, no solo te entretenga, también es buen ejercicio.